Convulsiones febriles
Revisado médicamente por el equipo médico de Centro Aura, México - Actualizado el 23 de febrero 2023. (Tiempo de lectura: 4 minutos).
Las convulsiones febriles son convulsiones que ocurren en niños que tienen fiebre. En términos médicos, se definen como convulsiones que ocurren en niños entre las edades de 6 meses y 5 años, que tienen fiebre sin otra causa aparente de convulsiones, como una lesión cerebral o una infección del sistema nervioso central. Las convulsiones febriles son más comunes en niños menores de 2 años, y en la mayoría de los casos ocurren durante la primera vez que un niño tiene fiebre.
Se estima que afectan a aproximadamente el 3-5% de los niños menores de 5 años. Si bien las convulsiones febriles pueden ser alarmantes, en la mayoría de los casos son benignas y no causan daño cerebral ni otros efectos a largo plazo.
Síntomas de las convulsiones febriles
Los síntomas de las convulsiones febriles pueden variar según el niño, pero los más comunes incluyen:
- Pérdida del conocimiento.
- Movimientos bruscos y espasmódicos en brazos y piernas.
- Ojos en blanco.
- Respiración irregular.
- Salivación excesiva.
Es importante destacar que estas convulsiones son generalmente breves y no duran más de unos pocos minutos. Después de la convulsión, el niño puede sentirse somnoliento o confundido.
Causas de las convulsiones febriles
La causa exacta de las convulsiones febriles no se comprende completamente, pero se cree que están relacionadas con una respuesta anormal del cerebro a la fiebre. Las convulsiones febriles pueden ocurrir en respuesta a cualquier tipo de infección que cause fiebre, como una infección respiratoria, una infección del oído o una infección gastrointestinal. También se sabe que ciertos factores pueden aumentar el riesgo, como una historia familiar de convulsiones febriles o una edad joven en el momento de la primera fiebre.
¿Cómo se diagnostican las convulsiones febriles?
Para diagnosticar las convulsiones febriles, el médico llevará a cabo un examen físico completo y preguntará sobre los antecedentes médicos del niño. También puede ser necesario realizar algunas pruebas, como análisis de sangre o una tomografía computarizada (TC) para descartar otras causas de la convulsión.
¿Cómo se tratan las convulsiones febriles?
En la mayoría de los casos, las convulsiones febriles no requieren tratamiento médico. Sin embargo, si un niño tiene una convulsión febril, es importante que los padres o cuidadores lo coloquen en un lugar seguro y le quiten la ropa adicional.
También es importante llamar al médico de atención primaria del niño o buscar atención médica de emergencia si la convulsión dura más de 5 minutos, si el niño tiene problemas para respirar o si parece estar en peligro.
¿Cómo puedo prevenir las convulsiones febriles?
No se puede prevenir por completo las convulsiones febriles, pero hay algunas medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de que ocurran. Algunas recomendaciones incluyen:
- Tratar la fiebre del niño tan pronto como sea posible con medicamentos como el paracetamol o el ibuprofeno.
- Mantener al niño fresco y cómodo con ropa ligera y fresca.
- Vigilar de cerca al niño cuando tenga fiebre.
Conclusiones y recomendaciones del autor
Una convulsión febril puede ser aterradora para cualquier padre o madre que lo presencie por primera vez. Los niños pequeños son más susceptibles a estas convulsiones debido a su inmadurez neurológica, y a menudo son el resultado de una infección viral o bacteriana. Si bien son aterradoras de ver, las convulsiones febriles rara vez causan daño a largo plazo y, por lo general, se resuelven por sí solas en cuestión de minutos.
Si tienes alguna preocupación sobre las convulsiones febriles o cualquier otro problema de salud en tu hijo, no dudes en hablar con su médico. Juntos, pueden trabajar para garantizar la salud y el bienestar de tu pequeño.
Acerca del Autor
La Dra. Diana Gabriela Guerra García la caracteriza por sobre todo su amor por los niños, la buena relación que establece con ellos y su interés por ayudarlos. Es egresada de la Facultad de Medicina de la UNAM. Es médica Pediatra con subespecialidad en Neurología Pediátrica formada en el Hospital Infantil de México Federico Gómez. Después de estos estudios decidió expandir sus conocimientos en epilepsia cursando estudios de Epilepsia en la Sociedad Española de Neurología.